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Ahí está el dato. Una hora y veintidós segundos. Conseguido. Bueno, no se puede considerar como el fin de un proyecto, sino como una parte del camino a recorrer. Lejos queda aquel mes de octubre en el que, con 14 kilos más no podía correr, bueno, trotar más de 7 minutos seguidos. El Sábado lo hice, llegué a la hora. Y lo más importante, sin sufrimientos extras: sin lesiones, sin sobrecargas, etc.

Amigo Perezoso, desde aquí te deseo una pronta recuperación, ya lo he hecho en tu blog.

Por cierto, no pretendo comprar a Allende con Galdós, o quizás sí. En cierto modo los dos tratan con sus libros de explicar lo que les pasa a su alrededor cada uno en el trozo de historia que les ha tocado vivir.
En el apartado de "lecturas raras", os presento a Harry Stephen Keller. Yo lo empecé a leer porque a mi padre (me acuerdo de tí todos los días, papá...) le gustaba mucho. Lo leí y engancha de verdad. Es una novela de intriga y policíaca, un poco retorcida, pues su autor lo era, pero entrentenida al fin y al cabo, que es de lo que se trata.