54 MINUTOS
A puntito estuve de llegar a la hora. Lo pude haber hecho, no llegué demasiado cansado, pero tampoco quería forzar. Fueron 54 minutos por Jaén, la mayoría por asfalto pero una parte fue por tierra, en el carril detrás de la vía del tren, cerca de donde el amigo PEREZOSO suele salir a correr. Por la vía verde voy bastante poco, así que, amigo perezoso, no creas que te estoy observando desde la clandestinidad. No coincidimos. No te preocupes, que cualquier día de estos te abordo y te digo ¡¡aquí estoy¡¡. Lo que pasa es que estoy preparándome para la próxima San Antón. Con la antelación con la que lo estoy haciendo, creo que llegaré a la carrera con opciones de victoria.
Empiezo con la costubre de algunos amigos internautas de hablar un poco sobre sus aficiones. En realidad la lectura no es para mí una afición, sino una obsesión. Todo lo que cae en mis manos está condenado a ser leído. Este libro que os muestro, del gran Benito Pérez Galdós, lo recomiendo siempre a todo el mundo para que compruebe cómo era la España del siglo XIX. Actualmente todavía quedan restos de esa España en nuestra sociedad.
De Isabel Allende hablaré en otro momento.
posted by kimonojaen at 08:27
3 Comments:
Menos mal que no eres el que me mira de reojo con los auriculares, me tenía asustado este hombre :-)
Yo estoy mal ahora, hoy no he pasado de dieciséis minutos, no sé si es el calor, la primavera, algún problema relacionado con una patología que sufro, o mezcla de todo.
Änimo y un saludo.
Otra cosa, espero que no compares a Allende con Galdós, es como comparar lo incomparable.
Yo estoy leyendo a un tal Onetti que me tiene el sueño quitado.
Hasta luego.
Además se puede contagiar el libro que lees, a mí me pasó con Santi Palillo cuando leyó el Ensayo sobre la ceguera, coincidió que lo leía él, una compañera de trabajo me lo deja, y lo leí.
Adios, ahora sí.
Publicar un comentario
<< Home